viernes, 14 de junio de 2013

BLACK SABBATH. MAGIA NEGRA.



      El nuevo trabajo de Black Sabbath, “13” (2013), es momento ideal para que se extienda la oscuridad y se celebre la historia de los músicos que transportaron los ecos de sombrías épocas pasadas en el alumbramiento del Heavy Metal.

John “Ozzy” Osbourne, Tommy Iommi, Geezer Butler, y Bill Ward, los hombres de Cromañón del rock, comenzaron a componer, inspirados por el bramido de las fábricas metalúrgicas del Birmingham de los 60s, que traspasaba las paredes de su local de ensayo. Precisamente, en una de esas fábricas, se dejó Iommi, la punta de los dedos corazón y anular de su mano derecha. Tras esto, elaboró unas fundas que le ayudasen a tocar, y rebajó la tensión de las cuerdas de su guitarra, dando lugar a ese característico sonido grave y denso.

El gusto del guitarrista por abusar del diabólico tritono, prohibido durante la Edad Media, la batería tosca de Ward, las despiadadas líneas de bajo de Geezer, y el carisma trastornado de Ozzy, recubierto todo por una envoltura siniestra, heredada de un clásico del Giallo italiano de Mario Bava, engendraron esa perla negra que todavía son Black Sabbath.  

“Black Sabbath”(1970), “Paranoid”(1970), “Master of Reality” ”(1971), “Black Sabbath Vol. 4”(1972)…enormes obras en las que, si se cierran los ojos y se escucha con atención, se puede percibir como bajo sus surcos se ajustan los engranajes del nuevo género.

Porque de aquella Santísima Trinidad de los 70s, Zeppelin y Purple eran (maravillosas) derivaciones del blues-rock y del sinfonismo, pero lo que urdieron estos cuatro paletos del Oeste de Inglaterra tiene el mérito del pionero que se adentra en lo inexplorado.

Una ceremonia arcana que duró seis discos, hasta que, picando los años 80s, Sharon Ozzy, decidió que estaba cansado del absolutismo de los bigotudos, y abandonó la banda, para esnifarse el éxito en solitario.

Tras la marcha de Ozzy, Iommi eligió colocar al frente del escenario al gran matadragonesRonnie James Dio, que bañó de suntuosidad el sonido del grupo. 


Aquella voz portentosa, hermosa como ver el mar por primera vez, hizo que los fans perdonasen la blasfemia de que otro cantase los clásicos de Ozzy. Sin embargo, la banda se desmembraba y la decadencia fue marcando el devenir de la nave oscura.

Los siguientes años fueron recorridos por unos Sabbath de entreguerras que, por momentos, se ahogaron en una caricatura marcada por el constante trasiego de músicos sin nada en común con los Señores de las Tinieblas, como los exDeep Purple, Ian Gillian y Glenn Hughes, o por cantantes de segunda fila como el impersonator de Dio, Tony Martin. 
  
¡Equipazo!

No fue hasta el 97, cuando se reúne la formación original para una nueva gira, que se asientan como leyenda viva del Metal y se les da la reverencia que merecen, coronada con este anhelado "13"(2013).

Porque Black Sabbath está en Metallica, en Pantera, en Soundgarden, en el Death, en el Doom, en el Stoner, y está en cualquier grupo vestido de negro, con el valor de volver a invocar el gruñido del dios pagano llegado de otra dimensión.

1 comentario:

  1. No sé por qué sabía que ibas a hacer una entrada sobre ellos en cualquier momento.
    Sin haber finalizado de escuchar el disco, ya sé que es una pasada: tonos clásicos que, aunque sean los que han utilizado siempre, aún siguen sonando frescos.
    Gran artículo y agradecido por la referencia.
    Con la mano cornuta, un saludo.

    PD: España está jugando tan insultantemente bien, que me interesó mucho más tu post.

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